Un proceso de divorcio es siempre una situación delicada, pues supone la ruptura de una unidad familiar. Es por eso, que debe ser tratado y dirigido por un Letrado profesional, y especialista en la materia.
En nuestro país, el único requisito para poder divorciarse, es que hayan transcurrido al menos 3 meses desde la celebración del matrimonio y que exista voluntad de hacerlo por al menos una de las partes claro.
El proceso de divorcio puede llevarse por la vía contenciosa, o la del mutuo acuerdo.
Divorcio contencioso
Esta modalidad, será la elegida cuando las diferencias entre ambos cónyuges resulten imposibles de resolver por los cauces del consenso y la negociación entre ambos. Así, será un tercero, el juez, quien se encargue de decidir, repartir y disponer de todas las cuestiones que pudiendo ser resueltas por los esposos no lo fueron por falta de conformidad y pacto entre ellos.
La modalidad contenciosa supone un claro perjuicio para los cónyuges con respecto al mutuo acuerdo. Así, el proceso en estos casos será mucho mas largo, de mayor coste, pues cada cónyuge deberá proveerse de su Propio Abogado y Procurador, y sobre todo, supondrá que su futuro más próximo así como el de sus hijos si los hubiera, quedará establecido por una tercera persona.
El proceso de divorcio contencioso:
Se iniciará con la presentación de la demanda por uno de los cónyuges. Siempre habrá de hacerse por un Letrado y siendo representado por un Procurador, por lo que en caso de que el cónyuge que decida iniciar el proceso no disponga de recursos económicos bastantes, podrá solicitar Asistencia jurídica gratuita en el Colegio de Abogados de su ciudad. Este trámite, podrá demorarse incluso meses, siempre en función de los profesionales disponibles.
Una vez la demanda sea presentada, pasará a ser entregada a la parte contraria, trámite que también puede añadir tiempo a la resolución del proceso si surgen impedimentos o dificultades para hacerle entrega de la misma. Una vez conseguido, el cónyuge demandado dispondrá, a partir del dia siguiente a la recepción del escrito, de 20 días hábiles para contestarla. Debiendo ser asistido también por Abogado y Procurador, quienes podrán serle de igual modo asignados de oficio en el caso de que no pueda pagarlos y así lo solicite.
Una vez la demanda sea contestada lo siguiente será la celebración del juicio y la espera de la Sentencia en la que se indiquen las pautas que a partir de ahora regirán la vida de ambos en lo que a las cuestiones que les unían respecta.
Tiempo estimado de resolución del proceso desde la presentación de la demanda hasta la resolución del matrimonio: de 6 meses a 3 años.
Divorcio de mutuo acuerdo
Es sin duda alguna la elección mas ventajosa para los cónyuges. Se trata de un acuerdo entre ambos, con respecto a la decisión de terminar con su relación matrimonial, de disolver cuanto les unía con respecto a ella, y de determinar cómo quedan las cosas desde ese momento en adelante, que ha de ser ratificado por un Juez en Sentencia para que se le otorgue carácter oficial.
Así, ambos cónyuges, de común acuerdo están dispuestos, con intenciones y decisiones comunes, pudiendo por tanto ser asistidos por un mismo Letrado y Procurador. Quienes se encargarán de representar a ambos porque existe una única postura común, y no dos enfrentadas como en el proceso contencioso.
El proceso de divorcio de mutuo acuerdo:
Comienza igualmente con la presentación de la demanda, con la diferencia de que no se trata de una demanda presentada por un cónyuge contra el otro, sino de una común, firmada por ambos, que además adjunta una propuesta de convenio regulador, tan sólo para que sea revisada y aprobada por la autoridad competente, el juez.
La demanda es presentada ante el juzgado correspondiente al lugar en el que vivan actualmente alguno de los dos esposos, o del que fuera el último domicilio conyugal, y simplemente habrá que ir a ratificarla, esto es firmarla en el propio juzgado, antes de que sea pasada a su Señoría. Pasadas apenas unas semanas la Sentencia será emitida y el matrimonio quedará resuelto.
Tiempo estimado de resolución desde la interposición de la demanda hasta la resolución del matrimonio: de 3 semanas a 2 meses.
Conclusiones
Siempre que sea posible, ambos cónyuges deberán apostar por el divorcio de mutuo acuerdo, y luchar porque sus diferencias puedan llegar a través del consenso a un punto común que permita resolver la relación matrimonial que les unía a través de estos cauces. Supondrá un ahorro mas que considerable de tiempo, coste, sufrimiento y sobre todo otorgará la posibilidad de decidir sobre ellos mismos y sus circunstancias tras la ruptura.
Divorcio en Sevilla
La saturación en los juzgados de familia no es una novedad para nadie, esta falta de medios y recursos humanos, hace que los procesos se dilaten en el tiempo siempre más de lo debido, y que salgan perjudicados los ciudadanos que necesitan hacer valer sus derechos, y más concretamente en los casos de divorcio, que son los que nos ocupan, resulten agraviados también aquellos que menos tendrían que serlo, los menores. Quienes ven paralizada la resolución de la situación matrimonial de sus progenitores, que es base para su desarrollo y vida presente.
Sevilla es un referente en cuanto a la reconducción de los casos de divorcio contencioso en mutuo acuerdo, y la resolución pacífica de conflictos de esta índole. Así, ya en los años 90 se puso en marcha la “escuela del divorcio” donde un alto número de personas que acudieron, consiguieron poner en común las discrepancias que les distanciaban logrando disolver así la relación matrimonial por la vía consensuada e incluso otros muchos desistir de la idea de divorciarse.
